¿CÓMO SABEMOS SI LO QUE NOS OCURRE ES POR HABER SUFRIDO UN TRAUMA PSICOLÓGICO?

 

 

Tanto en adultos como niños, cuando los eventos traumáticos sobrepasan los recursos propios, se produce una respuesta fisiológica al estrés, que enciende nuestro Sistema de Alarma. A partir de ese momento, el clima cerebral cambia de tal forma que el procesamiento natural de la información se bloquea. Así el recuerdo se almacena en su estado original, desintegrado, produciendo un almacenamiento disfuncional que mantendrá "activo" el trauma  y generará síntomas somatico-sensoriales, emocionales, cognitivos y conductuales.

 

Los síntomas van a moverse entre la hiperactivación y la hipoactivación fisiológica. Haber sufrido un trauma genera un estado de alerta casi permanente que transforma la vida de la persona. 

 

Dificultades para dormir, pesadillas, imágenes intrusivas repetidas, dificultad para la concentración, despistes frecuentes, conciencia ausente....hacen que la vida cotidiana sea agotadora. 

Dejar de sentir esa desregulación se convierte en una necesidad imperiosa y esto termina  modificando la conducta. Comer compulsivamente, abusar del alcohol, pastillas u otras sustancias, consumir televisión, comprar compulsivamente y, en casos mas graves, las autolesiones son conductas a las que llamamos "anestésicas" porque aunque sea por unos minutos  se convierten en  el recurso que calman dicha desregulación. 

 

Aprender a desactivar ese estado de alerta, dotar de recursos a la persona y ayudarle a procesar los recuerdos traumáticos son el núcleo de la terapia.

 

Algunos trastornos, claramente se relacionan con un acontecimiento reciente, como el caso de un paciente que comenzó a  sufrir de ataques de pánico ( Crisis de Angustia ) tras presenciar el infarto de su padre.  Pero otros trastornos aparecen   mucho tiempo después de haber sufrido el evento traumático, como el caso de una mujer que desarrolló una Bulimia y debajo de ésta descubrimos que tenía relación con los abusos sexuales que  había padecido de pequeña. 

 

La forma en como la mente elige el trastorno a desarrollar no está aún claro. De modo que, un mismo trastorno puede tener detrás eventos traumáticos de distinta naturaleza. En otras ocasiones, el desarrollo de un trastorno parece no coincidir con ningún evento traumático.

 

Es importante realizar una buena evaluación y un buen diagnóstico para "tener el mapa" completo de lo que le ocurre a la persona que consulta y saber si está o no relacionado con alguna experiencia traumática de cara al tratamiento

 

 

 

 

TRATAMIENTO DEL TRAUMA PSICOLÓGICO

 

El tratamiento del trauma psicológico es posible. En las últimas décadas numerosas investigaciones que provienen de la neurociencia, nos han mostrado lo que ocurre en el cerebro de una persona que ha sufrido trauma simple o complejo. Paralelamente diferentes abordajes han ido surgiendo para el tratamiento de la respuesta traumática y la disociación que en ocasiones acompaña al proceso de trauma. Tambien desde la teoría del apego, numerosos avances han proporcionado maneras de enfocar y trabajar los traumas de apego y las heridas de apego aunque no sean traumáticas. 

Nosotras manejamos varias herramientas destinadas al tratamiento de Trauma en sus diferentes tipos, como EMDR, Psicoterapia Sensoriomotriz y Caja de Arena. Además de contemplar el modelo IFS y la Teoría de la Disociación Estructural de la Personalidad en el trabajo con Disociación.